domingo, 19 de noviembre de 2017

En la Canadá del siglo XIX, un psiquiatra debe decidir si una asesina merece ser exculpada por locura. Basada en la exitosa novela de Margaret Atwood.
La premisa de Alias Grace es relativamente similar a las series y películas de asesinos o crímenes en donde el espectador desea saber la historia del criminal, sus motivaciones  y oscuros secretos. En el siglo XIX existió una asesina muy peculiar, Grace Marks, una joven de 16 años que asesina a su empleador y la ama de casa junto con otro empleado. Permanece muchos años en la cárcel, sosteniendo su testimonio de inocencia; hasta este momento todo tiene su sustento histórico, y da paso a la pluma de Margaret Atwood para brindarnos el otro lado historia: ¿qué es lo que pasó y por qué?. 

La serie comienza con la llegada del doctor Jordan , un psicólogo contratado por un grupo de personas que defienden la inocencia de Grace, y que tendrá que dar un diagnóstico sobre la condición de Grace. ¿Es inocente, culpable o está loca? Las actuación de Sarah Gadon (Grace) es muy buena, está inmersa completamente en el papel y te atrapa con su voz y pequeños guiños. Al ser una empleada de servicio doméstico debe aparentar total recato y sumisión, pero notamos que sus opiniones son agudas y realistas. Simon Jordan, interpretado por Edward Holcroft, no tiene tanto peso en la historia, es el recipiente de nuestras dudas y el reflejo de un lector curioso. Él, siendo un caballero, demuestra que es posible encubrir muy bien los pensamientos más "reales". 

El ritmo de la serie es excelente, ningún capítulo se siente de sobra o que hay algún cabo faltante que resolver. Todos tienen un objetivo y, debido al estilo del libro, existen flashbacks, pequeñas visiones de un futuro, todo ello salpicado en el presente. La fotografía logra su objetivo, mostrarnos los diferentes matices de un Canadá cambiante, puertos grises y campos verdes, inmigrantes, explotación y la vida después de un intento de revolución. 


Considero que la serie es una fiel adaptación del libro de Margaret Atwood y que logra capturar la esencia de la historia. No es simplemente una historia del bien y el mal, descubrir al culpable, sino ver que Grace Marks (y muchas más mujeres de esa época) fueron - y son - marcadas por su género. No fue un crimen pasional y no tenemos por seguro que Grace tenía algún problema psicológico, pero sabemos que tuvo una vida de maltrato tanto de hombres y empleadores y, después del shock de la muerte de su mejor amiga, la orilla a separse de su personalidad dulce y armarse una nueva coraza, más seductora y desinteresada. Porque las mujeres solo pueden ser hijas, madres, esposas o empleadas, pocas veces son consideradas como personas.

Alias Grace tiene un toque místico, que es más acerca de los secretos y el llevar una máscara cuando conviene. La escena del velo del último capítulo se ha convertido en una de mis favoritas. Es la narradora quien tiene todo el control de la historia y nos cuenta lo que ella sabe que nos gustará. Esta no es una historia romática o de redención, es de algo más. Juega con tu mente y nos hace ver que nosotros somos la suma de aquello que nos ha marcado en la vida, el rol que representamos es nuestra decisión, no la que los demás nos quieran adjudicar.


Es una serie adictiva pero que requiere un poco más de atención de lo usual. Apreciarás las actuaciones de los personajes principales y la historia de la famosa asesina, Grace Marks, te atraerá como si fuera una luz cegadora. No para todos los gustos pero recomiendo probar con el primer capítulo. Si ya leíste el libro, es un must por la excelente adaptación que se realizó.

I felt a Cleaving in my Mind —
As if my Brain had split —
I tried to match it — Seam by Seam —
But could not make them fit.

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