Situada en Los Ángeles en 1985, la serie sigue a Ruth Wilder, una actriz con poco éxito. Cansada de ser rechazada en todas las audiciones que realiza, recibe una propuesta para una audición junto a un grupo de chicas, sin saber de qué se trata. Al llegar, el director les comenta que es sobre un programa de lucha libre femenino llamado "GLOW". La serie está centrada en una versión ficcionalizada de Gorgeous Ladies of Wrestling (GLOW), un programa originalmente creado por David McLane en los años 80.
Glow es una fiesta de neón, sintetizadores y peleas en el ring.  Y mucha diversión, debo de admitir. Una serie original de Netflix que cuenta la historia de una actriz medio "loser" que, por casualidad y necesidad, acepta un trabajo para participar en un show de lucha libre femenino. La propuesta puede sonar bastante disparatada o que tendría muchos fallos pero definitivamente atrapa con el primer capítulo y lo carismático de sus personajes. 

La presentación de esta serie con el piloto es fantástica, te mueres de la risa. No considerarías que la lucha libre podría ser tan interesante o mostrada de una forma atractiva. ¿Acaso no es todo fingido? ¿Hay arte o deporte en la lucha libre? Esta serie nos da una cara diferente de lo que significa ser luchador y lo que hay detrás de un buen show. Cada potencial luchadora brilla con un rasgo característico y no las olvidas a lo largo de la serie. El ambiente de los años ochenta es bastante animado, la fotografía y la música captura todo el estilo. 

GLOW es una idea de un chico millonario sin mucho que hacer, que le pide dinero a su mamá para hacer tangible esta idea loca. Y más allá de mostrar el inicio de la lucha libre femenina, la serie explora lo que hace diferente a cada chica que las aparta del mundo "normal" y con lo que ellas luchan diariamente. Hasta ser mujer era una desventaja en esa época. Tenemos un grupo de "fracasados" que tienen una oportunidad con el show de GLOW. Aprenden que la comunicación, entendimiento y aceptación son elementos clave en la convivencia diaria. Al final acabas queriendo a todas las integrantes.


La serie tiene la duración adecuada para esta primer parte de la historia. Cada capítulo tiene un ritmo definido y dinámico contando los avances en la producción del show que incluyen la relación entre cada luchadora, sus problemas y temores, fiestas en el hotel y estereotipos de los que burlarse. Definitivamente Ruth tiene más tiempo en la pantalla pero lo vale, Alison Brie es fantástica en el papel de Ruth / Zoya, ingenua pero que se esfuerza por ser la mejor intérprete de su personaje. Su enemiga, Debbie (Betty Gilpin), hace muy buena sinergia con Ruth y disfrutas la relación "friends not friends".

No quiero hablar más de la serie porque considero que GLOW es una serie que es mejor verla sin saber mucho de ella. Es fresca, divertida, amena y fantástica para un fin de semana que quieras despejar la mente. Tal vez no aporta nada nuevo en el apartado dramático o de comedia pero se centra en el sentir de las mujeres en lo años ochenta, lo duro que puede llegar a ser la lucha libre y lo bello de tener un grupo de compañeros en quien confiar. 

¿Vería nuevamente GLOW? Sí. ¿Continuaré con la segunda temporada? Definitivamente. Es una de las mejores series que he visto este verano.